miércoles, septiembre 13, 2006

La escuela diaria

Hace cosa de 5 años, conocí a una persona a la que estaré eternamente agradecido. Ella empezó a limar impurezas que como persona tenía, encauzándome en la dirección correcta para mejorar cada día, aprendiendo a coger lo bueno de la gente, a escuchar, a entender que no solo hay un punto de vista, a respetar, a ver más allá de un palmo de mis narices, a ponerme en el lugar de los demás, a tantas cosas…

Desde entonces, soy yo quien sigue con esta tarea, intentando aprender de mis amigos, de mis compañeros… seguir conociendo a gente que merezca la pena, gente con la que pasar un rato con ellos sea algo enriquecedor. Gente que tiene mucho que enseñar y que merece ser escuchada. Gente que no tiene que decir nada y que sin embargo dice tanto…

No es que antes fuese un ogro, ni soy ahora la madre Teresa de Calcuta, pero intento ser cada día mejor persona, preocuparme más por los que me rodean, intentar cambiar a micro-escala lo malo que veo. No siempre es fácil, y en ocasiones no soy ningún ejemplo, pero intento que esos momentos ni siquiera se den.

Soy un afortunado por estar rodeado de gente increíble, de conocer pequeños maestros en comportamiento, en ideas, en relaciones, rodeado de gente cariñosa, buena… por todo eso, esto que escribo hoy va por ellos. Gracias a tod@s!!!!!!! y sobre todo gracias a la primera persona que me hizo ver todo esto. Muchas gracias!!!

3 Comments:

At 10:29 a. m., Blogger belinda said...

ummmmmm, la escuela de la vida.Estoy de acuerdo en lo que dices.Conocerse y intentar conocer al de al lado, intentar sacar lo bueno y mejorar en lo malo, convivir, apoyar, ayudar, mejorar.Es lo que se llama educacion NoFormal, y esta no la enseñan en la escuela

 
At 12:23 p. m., Anonymous Anónimo said...

Precisamente hablabamos ayer de todo lo que se puede perder alguien en la vida por tener una actitud de desconfianza hacia el resto de la gente. Hemos de aprender a valorarlo todo en su justa medida y saber aprovechar todas esas cosas buenas que nos puede aportar nuestro entorno. Tú lo haces. Pero ojo!! No te descuides que siempre puedes encontrarte por ahí con un porta-caretas!! Y a esos: plaka.plaka!!

 
At 6:40 a. m., Blogger Alberto said...

Una verdadera carrera en la vida es saber discernir entre el bien y el mal, lo bueno y lo malo; y el doctorado es ya saber coger de cada persona lo posotivo y descartar lo negativo. Valorar a la gente que nos rodea y nos quiere con sus virtudes y sus defectos, haciendo que en la balanza siempre prevalezcan sus bondades antes que las pequeñas cosas mezquinas.
La calle es la mejor universidad, y nuestra gente: los profesores y alumnos que la habitan.

 

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