Sudores fríos

Intento parecer despierto, sereno, capaz... a duras penas consigo mantener la verticalidad, y mi cabeza, de pronto, pesa una tonelada. A mi derecha mi jefe mirándome un poco de lado, sospechando… quizás se haya percatado de los vapores que mi cuerpo desprende, o del horrible aliento que proyecto en cada respiración.
Ayer, las fiestas de Bilbao me reclamaron y no pude negarme.
No veo, ni de lejos, la luz al final del túnel, las 3 de la tarde, la hora de salida, aun falta mucho.
Mientras escribo intento mantener la pose adoptada, pero algo se desliza por mi espalda poniéndome los pelos de punta. Un gota de sudor frío, gélido! Un escalofrío recorre mi cuerpo acompañado de un vaivén en mi cabeza, que me marea y que me obliga a moverme, no puedo quedarme quieto… es eso ó caer sobre el teclado. Mi estomago, el más animado de mis órganos a estas horas, esta bailando una lambada con mis jugos gástricos, es un cachondo... El chicle de fresa que mastico con la inocente intención de mitigar los gases que suben de mi estomago, ahora me sabe a ron y me acuerdo de las 2 ultimas que me tome que no debía.

Resumiendo, tengo: leves mareos, mal estar general, acidez, halitosis temporal, tembleque de piernas y un chicle que sabe a cubata. Bueno… no esta mal… me podría doler la cabeza…
Un día más de curro en el que el tiempo no corre y todo por pasarse un poco más de la cuenta anoche… pero… ¿Qué podía hacer? son fiestas…
Todos estos sacrificios sé que tienen su recompensa. Cuando llegue mi hora, el momento de juzgar mis actos, de ponerme cara a cara con… Marijaia! cuando llegue ese momento, estaré tranquilo porque he honrado siempre sus fiestas.

Voy a dejar que el tiempo pase, que corra como la gota de “ron-sudor” que ahora mismo resbala por mis sienes, y a esperar que llegue la hora de marchar para poder descansar para la siguiente.

Gora Marijaia!!!